miércoles, 17 de abril de 2013

Monografía.

Si me preguntas qué es la madurez, y nos encontramos en un ámbito científico te diré, que un estado de madurez es aquel en que se ha alcanzado el máximo desarrollo físico de un ente.
Sin embargo, si nos encontramos alrededor de una mesa, en cómodos sillones postrados, fumando una pipa y bebiendo buen whisky mientras de fondo la novena de Beethoven escuchamos, la cosa ya cambia en una conversación de carácter psicológico o filosófico.
Y, me dirás, "madurar es preocuparse de las cosas importantes de la vida con absoluta seriedad, no perder la compostura y pensar friamente en el futuro", a ello te respodería, "¿qué son las cosas supuestamente importantes de la vida si el futuro de todo ser humano es la muerte?" Yo, soy capaz de definir las "cosas importantes de la vida" en una sola palabra, "felicidad".
Madurar es tener consciencia de tus actos, de sus posibles repercusiones, saber sus soluciones, motivos, etcétera. Madurar, no es no cometer errores, sino conocer tus errores, madurar es tratar de disfrutar esta vida efímera, no enclaustrar tus sentimientos, madurar es ahogarte en lágrimas para desahogarte y poder reírte de ellas, madurar no es no ser imbécil, madurar es ser tú mismo, y que ser tú mismo te haga feliz.