sábado, 14 de noviembre de 2015

Un paseo.

Ves respirar el azul del cielo
con las nubes aguardando el temporal,
aguardando pisar nuestro suelo
plagado de éste aroma herbal.

Sigue y corre el río que discurre
cuesta abajo de la senda al valle.

Valle gris, cañón de hielo
lacerado por el tiempo elemental,
lastimera roca que llora sin consuelo
mientras la rondas al pasear.

Sigue y corre el viento que te susurre
en la ciudad cada pequeño detalle.

Gran avenida radiante de oscuro velo
imposible de vislumbrar tras cada ventanal,
que oculta su melaza con gran recelo
su tiempo, su esperanza, su bien, su mal.

Sigue y corre el humo donde nada ocurre
descendiendo la ladera que lleva a mi calle.

Prende el hogar con carbón y leño seco
al escuchar cantar tu canción carnal,
y vuelve el humo brota en su anhelo
de ver sentir tu pelo otro día, más real.