lunes, 8 de septiembre de 2014

El tiempo.

El tiempo; querido amigo que acompañas mi camino por la oscuridad que asola el sendero. En el fugaz vaivén de la vida, eres sin duda el guía más ruin y traicionero, jugando tus cartas a voluntad decides el destino de todo aquel que se topa contigo. Como puñales clavas tus garras en los corazones que avanzan a tu alrededor, y no los sueltas sin desgarrar y tras mucho tirar. Pero, querido tiempo, he aprendido a quererte, a evadir la furia que acompasas. Ahora, te quiero, querido amigo, ahora no podría vivir sin tu abrigo de dolor. Puedes tocar mi vida con tu dedo acusador y llevarla cuándo gustes pues éste juego que disfrutas lo quiero jugar contigo, lleva mi vida cuando gustes, que yo me habré quedado la tuya usándola a mi antojo cuando pudiere. Adiós, tiempo querido, adiós te digo, y a Dios te rezo, porque implorar tu misericordia mil veces vi que era un error. Nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario