Deshidrata el corazón,
los sueños rotos
de la razón.
Brota de tus ojos el monzón
al romper los votos
que diste a tu amor.
Oculto tras bruma mi voz
con humo espeso
que emana de mis labios, un adiós
esperando un beso.
Al final el límite es el cielo,
la terrenidad es un error.
En la vida guardando con celo
el amor que no encontró.
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