lunes, 10 de diciembre de 2012

La vida de un científico.

En el fondo, todos nacemos científicos, pues cuándo somos infantes nuestra vida está basada en investigar, investigar todo cuánto nos rodea para poder comprender su funcionamiento o su causa, así, de niños, todos hemos roto más de un aparato, intentando comprender como funciona, el mando a distancia, o la videoconsola de nuestro hermano mayor, a medida que crecemos, definimos nuestra visión del mundo, para un crédulo, toda teoría infundada puede ser cierta, así como ocurre con el "fin del mundo que auguraron los mayas" teorías absurdas que se refutan con otras teorías más absurdas aún "como los españoles eliminamos a los mayas todos morirán menos nosotros", para un creyente, todo lo que sus mentes no pueden llegar a comprender lo achacan a Dios, después están los que no son capaces de comprender las cosas, no las buscan comprender y no las achacan a "Dios" porque no quieren creer, esos son los llamados Ateos, por último, estamos los científicos, nosotros cuándo aparece un problema que no podemos llegar a cognoscer buscamos los métodos para que dicho problema sea cognoscible, buscamos la respuesta al problema, y para ello hay muchos métodos. Pero los científicos no solo buscamos comprender lo que aún no llegamos a comprender, nuestro objetivo es también el dudar de todo lo que sabemos hasta ahora he intentar demostrar, en la medida de lo posible, que algo que ya conocemos parcialmente podemos llegar a conocerlo mejor, como bien explicaba el bueno de Descartes. ¿Podría existir un "Dios"? Sí, por qué no, la ciencia no puede demostrar lo contrario, ¿hemos de basar nuestras vidas en ello condicionándolas con la fé? rotundamente, no, hemos de buscar las respuestas a los interrogantes de la vida.

Hoy mismo me han dicho que la vida de un científico, buscar la explicación a las cosas, buscar el conocimiento absoluto de las cosas y mejorar en todos los campos posibles haría que al llegar al lecho de muerte pensases "he perdido mi vida" o siendo ya anciano pienses "he perdido mis mejores años" pues bien, yo no pienso así, en mi opinión, un científico eminente llega al momento de morir y piensa "mierda, y ahora me voy a morir sin demostrar esta última teoría, ¿qué estúpido jovenzuelo seguirá mi investigación?". No es dedicarle a la ciencia una perdida de vida, porque el afán por conocer y mejoras se puede aplicar a todos loa ámbitos que componen la vida, diversión, amor, felicidad, y como no, conocimiento, que es el que teóricamente más preocupa a los científicos, pero a ver, los científicos también tenemos vida sexual, también buscamos disfrutar de la risa, el amor, el sexo, de correr, saltar y experimentar sensaciones límite, la salvedad, la diferencia, es que quizá vemos las cosas desde otro punto de vista, es lo que nos convierte en diferentes, en especiales.

3 comentarios:

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  2. Te quejabas de que no te comento, ¿no? Pues ea, aquí está el primero, y espero que no último; comentario.
    Sabes que me encanta como escribes,y sabes que me encanta leer, así que... -Cejas cejas.- (?)

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